El consumo energético de los servidores está creciendo cada vez más. El informe del Uptime Institute señala que la potencia media de los servidores pasó de menos de 300 W en 2017 a casi 800 W en 2022, lo que significa que los servidores requieren más energía eléctrica para funcionar, lo cual tiene un impacto negativo en el medio ambiente. Por eso, es necesario adoptar tecnologías más eficientes y sostenibles, como el enfriamiento líquido, la virtualización de los servidores y el uso de fuentes de energía renovables, las cuales permiten reducir el consumo de electricidad y las emisiones de gases de efecto invernadero, contribuyendo a la protección del planeta. De acuerdo con un informe de Arizton (2022), el mercado de centros de datos latinoamericano crecerá a una tasa anual compuesta (CAGR) superior al 6% entre 2022 y 2027, y se espera que alcance los $1,000 millones para 2027. Además, los desarrolladores de centros de misión crítica tendrán un enfoque en la sostenibilidad, buscando reducir el desperdicio energético y la huella de carbono. El consumo energético de los centros de datos depende de varios factores, como el tipo y la cantidad de equipos, el diseño y la ubicación de las instalaciones, el clima y la disponibilidad de fuentes de energía renovable. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) estima que la demanda regional de servicios energéticos podría duplicarse en los próximos 20 años, lo cual implica una mayor presión sobre los recursos naturales y el cambio climático. Por eso, es necesario adoptar medidas que mejoren la eficiencia y la sostenibilidad de los centros de datos, tanto desde el punto de vista técnico como económico. |