Establece contacto:
Es cierto que la tecnología facilita la interacción con nuestras diferentes audiencias clave en muchos sentidos, pero también la puede volver impersonal, especialmente si nos olvidamos de establecer contacto personal a la antigüita de vez en cuando.
Por ello, dedica los primeros días de enero a conversar telefónicamente, o en videollamada, con cada uno de tus clientes y evita los mensajes genéricos, hazlos sentir especiales.
Divide tu programa de relacionamiento en dos categorías y establece el protocolo a seguir en cada una de ellas, por ejemplo, a los clientes frecuentes podrías iniciar por mandarles un correo electrónico o mensaje de texto haciéndoles saber que están de regreso a las actividades y, unos días después, llamarles por teléfono.
No obstante, para los clientes esporádicos la estrategia podría ser diferente, iniciar con una llamada de mensaje de cercanía, solo para saber cómo está y dejar de su lado el reestablecimiento de la relación comercial. Unos días después, mándale un correo electrónico o mensaje de texto haciéndole saber que están de regreso a las actividades.
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